Capitulo 3.3: Errores
Lentamente fui saliendo del sopor inconsciente en el que me había sumido el pitido de una maquina resonaba en mi cabeza, haciendo que aquel incesantemente sonido recorriera sin cesar cada milímetro retumbando como cientos de martillos dentro de esta y cada parte latiera de dolor, el dolor era tan intenso que me costaba mantener mi conciencia activa, luchando a cada instante por no volver a sumirme en ese tremendo sopor que me atormentaba.

No recordaba cuanto tiempo llevaba allí, ni tampoco como había llegado a ese lugar, aunque ahora comenzaba mi mente comenzaba a recobrar la conciencia, aunque eso no me alegraba, junto a esta vuelta a la realidad iban acompañadas ciertas sensaciones que no me eran del todo agradables.

El olor del suero y del alcohol etílico impregnaba la sala, y por lo que puede notar mi cuerpo, aunque no recordaba que me había sucedido en las horas anteriores no encontraba un motivo para necesitar estar una sala que olía a sala de urgencia de un hospital. Cada olor penetraba por mis orificios nasales, aquellos olores tan fuertes que provocaba unas tremendas y dolorosas nauseas.

Podía escuchar varias voces en aquella sala, aunque me sentía familiarizada con ellas no era capaz de distinguir a que me recordaban sino que únicamente aquellos silbido agudo penetraban en mi mas que atareada y atolondrada cabeza, haciendo que mi tremendo malestar aumentara.

No era capaz de distinguir entre las varias voces que se encontraba a mí alrededor, y más con el estruendo que se creaba con el movimiento de aquellos cuerpos por la pequeña sala. Me era imposible concentrarme en un solo olor o efluvio, mi mente no era capaz de centrarse se encontraba muy dispersa y volaba en la inmensidad de mis recuerdos.

Seguía sumida en una oscuridad intensa, no era capaz de controlar mi cuerpo ni centrar mi mente, aquella oscuridad me dominaba por completo y podía notar su tremendo peso sobre mi cuerpo, no era capa de notar el tacto de las cosas que estaban a mi alrededor, ni tan solo de la fría camilla sobre la que me encontraba recostada.

Tras varios minutos intentado apartar aquel sopor me mi conseguí centrar una milésima de segundo mi mente para descubrir que me encontraba en casa, en la seguridad de mi hogar, seguramente junto a mi familia.

No podía distinguir nada en absoluto de lo que había a mi alrededor, aunque a juzgar por el intenso olor a alcohol que invadía mi alrededor deduje que me encontraba en el despacho de Carlisle. Seguramente me habría vuelto a desmayar.

Pasaban los segundos, los minutos, incluso alguna que otra hora… y seguía sumida en aquel extraño sopor que se negaba a abandonarme, aunque lentamente dejaba paso a que partes de mi cuerpo fueran despertando lenta y dolorosamente, cada parte de mi cuerpo desprendía un trepidante dolor que me atravesaba intensamente y sin piedad, comencé a diferenciar varios olores aparte del alcohol y el suero que quemaban mi nariz como el del yodo. Incluso en este momento era capaz de diferenciar la voz de mi padre quien parecía estar bastante atareado, mientras que mi cariñosa y hermosa madre con la voz quebrada por el dolor estaba completamente volcada en conocer mi estado a cada movimiento de mi padre.


Al final, opté por intentar lo que sabía que mas me dolería, intenté centrar mi mente para que moviera aunque solo fuera un ápice mi pesado cuerpo. Intenté dejar a un lado la voz de mi madre que incesantemente me susurraba que todo iba a salir bien, para conseguir forzosamente recuperar el control de mi cuerpo.

Fruncí el ceño, e intenté abrir los ojos en varias ocasiones, pero me era prácticamente imposible. Por más que lo intentaba, no obtenía el resultado que deseaba cada pequeño movimiento en mis parpados hacia que me estremeciera de dolor, incluso la más ligera brisa de aire por mis pestañas hacia que me estremeciera, decidí hacer una único y gran esfuerzo y apreté mis manos contra la suave y fina sabana que me cubría el cuerpo arrugándola, pude notar como mi madre relaja su postura al percatarse de aquel pequeño movimiento.

-¡Edward!-Su voz ahogada por el dolor y la preocupación resonó en la estancia, haciendo que todos los sonidos que anteriormente ocupaban esta se detuvieran, y reinara el completo silencio, que era lo que más necesitaba en estos momentos.
-¿Qué ocurre Bella?-Preguntó mi padre aproximándose, aunque era un vampiro muy sigiloso, cada movimiento de su cuerpo incluso el de sus pasos hacia estallar de nuevo mi cabeza… un ruido que retumbaba en ella sin cesar y hacia que perdiera la concentración en la tarea que estaba intentando desempeñar en este momento.

-Reneesme, se está despertando.-Su voz, aun sonaba quebradiza aunque más sosegada. Su jadeo de preocupación había cesado, y la tensión de su cuerpo había desaparecido levemente.

Con la tranquilidad y el silencio lentamente fui abriendo los ojos, parpadeando de vez en cuando para no cegarme con la claridad espantosa que desprendían los focos situados sobre mí.

-¡Nessie!-Gritaron Rosalie y Alice al unísono, al ver que mis ojos se abrían, mientras se aproximaban a donde me encontraba situada.

-Shhhhh- Musitó mi padre mientras posaba su fría y suave mano sobre mi cabeza. Un gesto que agradecí dado a la elevada temperatura de esta al repiqueo de cada sonido.-Lo sé mi amor tranquila- Dijo posando suavemente los labios sobre mi frente- Todo va a salir bien, descansa mi amor

Me removí en la camilla, para acomodarme, estaba bastante incómoda en aquella postura, cuando un ardor recorrió mi vientre e izo que un horroroso grito de dolor saliera de mi garganta.

Toda mi familia se paró en seco de nuevo, aquel doloroso dolor solo hizo que cientos de imágenes recorrieran mi mente recordándome lo que había pasado con Leath, como aquel tremendo dolor que me había provocado no hacía más que recorrer mi cuerpo.

Aquel grito de dolor solo fue el primero de muchos que empañarían las siguientes horas, unas largas y dolorosas horas que en brazos de mi madre parecía no terminar nunca.

Por muy inverosímil y contradictorio que pareciera en esos momentos no podía parar de pensar en Jacob. Lo necesitaba a mi lado, necesitaba que sus grandes y ardientes brazos rodearan mi cuerpo, necesitaba que me dijera que todo iba a salir bien, que esto no era el final de mis hijos.

-Tranquila cariño- Dijo mi padre pasando suavemente su mano sobre mi enmarañada y sudosa melena-¿Quieres que lo traiga?- Aquellas palabras hicieron que las hasta ahora contenidas lagrimas de dolor recorrieran mi rostro.

No estaba segura de si podría afrontar el sufrimiento que le iba a causar a Jake pidiéndole que volviera a mi lado en este momento, solo por mi puro egoísmo de no poder vivir sin él. Tenía que ser fuerte y aferrarme a la absurda determinación que había tomado de no estar con él.

-Tienes que darle una oportunidad mi amor- dijo mi madre mientras observaba todas mis cavilaciones mentales con mi mano sujeta en su rostro.- No es lo que tú piensas…déjale que se explique mi vida.

-Voy a buscarle- Interrumpió mi padre antes de que pudiera analizar todas las palabras de mi madre. Negué fervientemente con la cabeza, no podría soportar este nuevo dolor en mi cuando le viera- lo necesitas mi amor- dijo deslizando levemente su mano por mi rostro y captando una de las cientos de lagrimas que recorrían mi mejilla- no puedes pasar esto sola.

Y dicho esto salió de la sala. Mientras tanto mi abuelo Carlisle ocupó el lugar de mi padre consolándome mientras con sus manos recorría mi frente y mis pómulos para refrescar mi temperatura. Pocos minutos después tía Rosalie recomendó que me trasladaran a mi habitación para que estuviera más cómoda y también pudieran darme una ducha en mi hermosa y añorada bañera de tres plazas.

Lenta y suavemente entre mama y las tías Rose y Alice me metieron en la bañera, suave y muy delicadamente pasaban la fina esponja sobre mis heridas. Un tremendo ardor recorría aquellas zonas, aunque más o menos me hacia una idea de sus dimensiones no me atreví a mirarlas, temía que fuera mucho peor de lo que ya imaginaba.

Tras el baño, el secado y los 20 minutos aproximados que entre las tres tardaron en intentar domar mi rebelde pelo, me vistieron con un suave y delicado camisón de seda y me situaron en mi confortable cama. Aquella cama que tanto adoraba, en la que había vivido tantas cosas aunque no de las más bonitas últimamente aunque aun podía notar el suave aroma a Jake en mis sabanas.

Rápidamente arropada en aquel hermoso aroma me dormí, esta vez fue un sueño, no ningún sopor ni ninguna pesadilla, solo un insulso sueño lleno de colores y formas. Tras varias horas de insulsos movimientos fue saliendo suavemente de mis sueños cuando un acogedor calor recorrió mi cuerpo y esos hermosos brazos tan añorados me sostenían situando mi cabeza en su pecho y así escuchar el suave y hermoso sonido de su corazón.

-¿Cómo se encuentra?- Pregunto la voz de Jake rota por la preocupación, podía notar como su corazón se aceleraba al mencionarme y eso me alegro.
-Creo que ahora mejor- ¡Maldito papa! ¡Siempre espiado a los demás!-Parece que ahora está mucho mejor en los brazos de [i] Su Jacob [/i]- Dijo papa en tono burlón haciendo que si podía ser me sonrojara hasta alcanzar niveles inigualables.- ¿Está despierta?- Preguntó Jake con un ápice de alegría en la voz mientras se movía lentamente para poder observarme el rostro.

¡DILE QUE NO! ¡DILE QUE NO! ¡DILE QUE NO! Gritaba en mi mente, aunque fue en vano ya que Jake levanto levemente mi mano para apoyarla en su pecho y rápidamente comencé a pensar en animalitos, colores, dibujos, lo que fuera para no viera lo que me estremecía al pensar en el tan cerca de mí.

-Renesme despierta mi vida- Dijo con un leve susurro en mi oído. El contacto de su abrasado aliento con mi fría y dura piel hizo que un leve y bajito gemido de placer saliera de mi pecho.

Aquello pareció reconfortar a Jake quien suave pero firmemente me apretó mas contra su pecho, mientras lentamente con su mano libre acariciaba mi rostro y mi pelo, la verdad que en brazos de Jake era imposible no olvidarse de todo el dolor que rodeaba nuestra relación y dejarnos llevar por ese tremendo amor que nos teníamos y que era nuestra perdición.

-¿Qué alcance tienen sus heridas?- Preguntó Jake poniéndose tenso.
-No creo que sea el mejor momento para hablar de ello- Dijo mi padre también poniéndose tenso.
-Edward necesito saberlo- Y yo también pensé para mis adentros
-Nessie estuvo inconsciente durante varias semanas- Mi padre trago difícilmente saliva- Cuando la trajiste aquí su corazón casi no latía a causa de la pérdida de sangre, no respiraba y tuvimos que operarla de urgencia para poder reparar muchas de las heridas que le había causado Leath- ¿Y mi bebe? ¿Qué había pasado con mi bebe? Instintivamente dirigí mis manos hacia mi estomago que para mi grata tranquilidad aun estaba abultado- Los bebes están bien. Gracias a dios, el amor que sienten por su madre hizo que lucharan por ella. Sus bebes tuvieron la fuerza y la voluntad para mantenerla con vida y ayudarla a sanar-Pude notar como mi padre situaba suavemente sus dedos bajo mi barbilla y giraba mi rostro hacia el- Abre los ojos mi amor que se que hace un rato que estas despierta.

Suavemente y muy a mi pesar comencé a abrir los ojos, me encontraba en mi habitación, que nada tenía que ver a la que recordaba anteriormente, sobre los estantes repletos anteriormente de mis libros, se encontraban perfectamente colocados cientos de frascos con diferentes líquidos poblaban mis estanterías, podía ver aparatos médicos rodear mi cama y pilas de sabanas y toallas se apilaban al lado de la cama.

-Solo es por precaución mi amor- Dijo mi padre contestando a una pregunta que aun no había formulado en mi mente- Por si los bebes se adelantaran….
-¿Bebes?- Pregunté algo confusa….

-¿No se lo habéis dicho?-interrumpió el abuelo Carlisle en la conversación.
-¿Decirme el que?- Me estaba empezando a poner nerviosa…..
-Espera…..- Dijo el abuelo Carlisle mientras rápidamente acercaba el ecógrafo hasta mi cama, Jake suavemente me acostó sobre ella y se quedó sentado a mi lado cogiéndome de la mano.

Era hermoso el contacto de mi piel con la de Jake, era algo a lo que me costaba muchísimo renunciar, pero seguía sintiendo aquella puñalada en el corazón cuando recordaba como había querido terminar con la vida de mi bebe antes de nacer, me recordaba tanto a la situación que vivió mama antes de mi nacimiento, aquello me había roto el alma y no era capaz de olvidarlo.

El abuelo Carlisle retiró suavemente el delicado camisón de mi estomago y aunque no quise mirar pude vislumbrar varias gasas cubriendo gran parte de este, situando el liquido sobre el aparato lector, el abuelo recorrió muy suavemente casi sin rozar mi piel mi estomago hasta que las imágenes fueron apareciendo en el monitor y delicadamente tuvo que presionar más el instrumento para verlo con mayor claridad.
-Mira lo hermosos que son mi amor….- Dijo Jake en un susurro en mi oído.


En verdad Jake tenía mucha razón, jamás había visto algo tan hermoso en mi vida, ni la hermosa imagen de mi madre a quien veneraba era comparable a la hermosura de mis bebes. Mis bebes, dos, madre mía, sabía que algo más de volumen del normal tenia, pero nunca se me había ocurrido pensar que eran dos. Siempre pensé que mi tamaño era debido a los antojos que me brindaba día si y día también.

Las lágrimas recorrían lentamente mi rostro mientras observaba aquella hermosa imagen en el monitor. Sus pequeñas manitas y sus pies estaban perfectamente definidos, sus facciones estaban perfectamente marcadas, parecían dormir plácidamente ajenos a tanto dolor y sufrimiento que nos rodeaba.

-¿Quieres saber el sexo de los bebes?- Aquella pregunta me cogió por sorpresa, no sabía si estaba preparada para conocer esa respuesta, no sabía si quería conocer la respuesta. Dirigí una mirada llena de curiosidad a Jake ¿Querría saberlo él?
-A mi no me mires- Dijo con una sonrisa en los labios mientras con su mano ahora libre de la mi secaba algunas de las pequeñas lágrimas que quedaban en mi rostro.-Yo ya lo sé…
-¿Cómo que ya lo sabes?- Pregunté algo enfadada, como era posible que el ya lo supiera, eso no era justo, yo era la primera vez que los veía y el ya sabía que era….

-Jajajajajajajaja- Estallo en risas mi padre- Jake aprende rápido a manejar eco grafos por eso los ha visto…
-¡¿Qué Jake Que?!- Pregunté en un ahogado grito mientras dirigía mi mirada nuevamente hacia Jake. Quien se encogió de hombros y bajo la mirada avergonzado.
-Es que…-Lo fulminé con la mirada aunque seguía con la mirada gacha- Me pudo la curiosidad….
-Jajajajajajajaja- Mi padre siguió con sus risas ante algún pensamiento de Jake. ¿Qué podía ser tan gracioso?- Mejor no lo pienses mas mi amor…
-Abuelo- Si Jake podía verlos cuando quisiera, yo también quería así que le pregunté al abuelo lo que más deseaba….
-Si mi amor- Dijo el abuelo Carlisle mientras me limpiaba lenta, suave y delicadamente el vientre para que no notara tanto el dolor de mis heridas, aunque no puede evitar aguantar un pequeño grito de dolor cuando el abuelo rozaba mis heridas. Lo que me hizo recordar otra de las muchas preguntas que tenía en mi mente.
-¿No les ha sucedido nada malo a los bebes verdad?- Sentía como las lágrimas intentaban brotar de mis ojos ante el simple pensamiento de que mis bebes pudiera sufrir algún dolor por mi causa.
-Tus hijos se encuentran bien mi amor- Dijo mi abuelo suavemente- Son muy fuertes, como su madre- Dijo el abuelito acariciándome el rostro- Aunque debes descansar, debes tomar las cosas con calma, aunque hasta ahora el crecimiento de tus bebes ha sido normal, aunque en estos días se ha acelerado bastante y nos estamos preparando por si se adelantan.
-¿Puede pasarles algo malo?- Me hervía la sangre solo de pensar que les podía pasar algo malo a mis bebes, sentía un tremendo impulso de levantarme de la cama y arrancarle la cabeza a Leath por hacer sufrir a mis hijos.
-Ellos están bien Nessie no te preocupes- Dijo papa suavemente- Aunque debemos prepararnos y tú tienes que tomar una decisión importante.
-¿Qué decisión?- Fruncí el ceño ante el temor de la decisión que debía tomar, no sabía que era, pero algo dentro de mi me prevenía.
-Cuando llegaste aquí después del ataque- Dijo el abuelo muy lentamente- Tus heridas eran muy graves, tuvimos que realizarte varias transfusiones de sangre, incluso tuvimos que inyectarte pequeñas cantidades de ponzona para dar más fuerza a tu mitad vampiro y que despertaras- Pude notar como Jake se ponía tenso tras de mí- Las heridas que tenias, incluso que ahora tienes sin sanar-El abuelo trago saliva dificultosamente, una costumbre humana que aun mantenía-No creemos que puedas superar el parto con esas heridas- Aquellas palabras hicieron que mi corazón se detuviera y mi respiración también quedará colapsada por la información- Queremos tu permiso para que nos permitas hacerte una cesárea.
-¿Es la mejor opción?- Le pregunté mientras cientos de posibilidades recorrían mi mente, no podía parar de imaginar la cantidad de cosas que podían salir mal.
-Tranquila cariño- Intercedió mi padre en la conversación, intentado calmar las cientos de imágenes que recorrían mi mente vaticinando las peores opciones- Todo va a salir bien- Dijo con esa hermosa voz que tanto adoraba.
- Entonces haced lo que creáis necesario para salvarles- Sentencié mientras observaba el rostro de Jake serio por la conversación.
-No le has preguntado a tu abuelo lo que querías saber en realidad- Dijo mi padre con una hermosa sonrisa en el rostro, Jake volvió su mirada curiosa hacia mí, quitando de su rostro aquella tremenda mirada seria de preocupación que tan poco me gustaba.
-Yo….- Baje la mirada avergonzada y pude observar como sus ojos se clavaban en mi con intensidad, observaban cada uno de mis movimientos lenta y metódicamente, hasta que me armé de valor y pregunté aquella tontería que rondaba mi mente- Si….si… Jake….. si…. el….. puede ver a los bebes cuando quiera…..¿Yo también puedo?
-Jajajajajajajaja…- Estallaron los tres en risas- Claro que si mi amor- Dijo el abuelo acercándose a mí y besándome en la frente- Solo dime cuando quieres verlos y te los enseñare tantas veces como quieras- Dijo con una enorme sonrisa en los labios- ¿Sabes que eres mi nieta favorita?- Dijo guiñándome el ojo.
-Abuelo soy tu única nieta- Dije con un suspiro de resignación.

Me encantaba observar que aunque había cometido muchos errores, había cometido tantos que nunca llegue a pensar que mi familia o Jake me perdonaran. Se me hacía muy extraño tras recordar esa tarde en Isla Esme, que mi familia y Jake ahora pudieran estar aquí en esta situación con migo. Después de haber demostrado lo monstruo que podía llegar a ser, lo fría y calculadora de la bestia que vivía en mi interior, como habían podido perdonarme.

-No pienses en eso mi amor- Me sorprendió la voz de mi padre- Os dejamos solos creo que tenéis cosas que hablar.

Sin darme opción a objetar papa y el abuelo salieron de la habitación dejándome a solas con Jake. No sabía que decir ni que hacer, tenía tantas cosas que decirle, tantas cosas por las que disculparme y pedirle explicaciones que no sabía por dónde empezar. Aun me sentía dolida por sus duras palabras hacia mis hijos, aquello me carcomía el alma y era un dolor muy intenso.

Las ganas de saltar sobre él se apoderaban de mi cuerpo, aun dolida como me encontraba, la necesidad de estar cerca de él, de ser suya eternamente recorrían cada recoveco de mi cuerpo. Cientos de mariposas estallaban en mí con el simple roce de su piel o su aliento sobre la mía. Necesitaba tanto tenerle cerca, no me importaba el dolor que pudiera causarme, solo necesitaba sentirle cerca, notar su calor cerca de mí, que se preocupara por mí, que quisiera a su familia. No me importaba que todo lo que sentía por él fuera causa de la Imprimación o no, pero sabía que Jake era todo lo que quería, todo lo que amaba, todo lo que necesitaba.

Con suaves y lentos movimientos Jake se acomodó tras de mí, apoyando mi espalda contra su pecho y permitiendo que adoptara una mejor postura, estaba bastante cansada de estar estirada sobre la cama y necesitaba aquel cambio de posición. Allí apoyada contra su pecho podía notar el latido de su corazón acelerado y como su olor recorría mi cuerpo. Aquel olor que tanto amaba y tanto veneraba. Aquel aroma a naturaleza que desprendía cada poro de su piel.

-Ai!- Exclame en un pequeño grito de dolor ante la pequeña punzada que noté en mi vientre.
-¿Qué pasa?¿Estas Bien? ¿Necesitas algo?- Preguntaba Jake nervioso- ¿Llamo a tu padre?¿A tu abuelo? ¿A un hospital?... ¡Habla!
-Shhhhhhh…-Dije posando mi dedo sobre sus hermosos y carnosos labios mientras cogía su mano y la situaba sobre mi vientre a la espera de que volviera a acontecerse esa situación. Jake se quedó en silencio y podía notar el sonido de su corazón desbocado.
-¿A que esperamos?-Preguntó algo inquieto.
-Shhhhhh…- Volví a insistirle

Y entonces tras varios minutos de silencio volvió a obrarse aquel hermoso movimiento que me devolvió a la vida, todas mis preocupaciones se desvanecieron, todos mis miedos abandonaron mi mente cuando pude notar como mis bebes se movían plácidamente dentro de mí, era algo completamente hermoso, era un dolor placentero, cada pequeña patadita que daban, cada pequeño movimiento era gloria para mis sentidos.

-Es hermoso- Dijo Jake acariciando muy suavemente mi estomago, con cuidado con mis heridas.
-Si es lo más hermoso que recuerdo en toda mi existencia- Dije mientras una lagrima de felicidad y alegría recorría mi rostro.-Aunque….-Dije mordiéndome el labio- Casi no me veo ni los pies….-Dije con un suspiro de resignación mientras recordaba las conversaciones con Tía Rosalie sobre este momento que no pensé que llegara tan pronto.
-Estas preciosa mi vida- Dijo Jake besando suavemente mi coronilla- Nunca te has visto tan hermosa- Mientras me susurraba esas palabras al oído, Jake dibujaba imaginarios círculos sobre mi enorme y abultado vientre.
-Tú no eres objetivo- Dije con el ceño fruncido
-¿Cómo que no?- Dijo también frunciendo el ceño- Nessie me has hecho el hombre más feliz sobre la faz de la tierra, dentro de unas cuantas semanas vamos a ser padres, padres de unos adorables niños, que seguro que se parecerán a su madre- Dijo mientras acariciaba y besaba mi pelo- Aunque pesaras doscientas toneladas y tuvieras la cara de un ogro, siempre serias la más hermosa para mí.
-¿De verdad Jake?- Dije mientras dificultosamente giraba mi cabeza para poder observar aquellos hermosos ojos negros que me volvían loca.
-Tu siempre serás la única para mí-Dijo lentamente acercando sus labios los míos mientras sus palabras salían en un hermoso y delicado susurro…-Siempre serás mi amor, mi princesa, nunca podría vivir sin ti, no puedo pensar en la vida si no es a tu lado, solo puedo pensar en vivir eternamente con tigo…-Finalizó sus palabras con el leve roce de sus labios sobre los míos cuando una tos interrumpió entre nosotros.
-Nessie mi amor- Apareció mi madre en la habitación- Hay alguien que quiere verte- Dijo mientras miraba a Jake directamente a los ojos.- ¿Jake podemos hablar un momento?
-Claro Bell’s- Dijo Jake mientras suavemente y si perturbar me estado me dejaba apoyada sobre las suaves almohadas de plumas de Ganso que me había comprado la tía Alice.

Jake y Mama salieron por la puerta, aunque un pude escuchar casi ni un ápice de la conversación, me esforcé al máximo para intentar captar al máximo lo que se estaba aconteciendo aunque no fue necesario ya que las voces comenzaron a elevarse en el otro lado de la puerta, incluso pude llegar a distinguir las voces de Sam, Billy, mi padre, el abuelito Carlisle, Mama, Jake y Seth.

-¡NO QUIERO QUE ENTRE A VERLA!- Gritaba Jake con el tono de voz elevado- ¡No tiene derecho a acercarse a ella!- Dijo bajando el tono aunque podía notar como la sangre recorría más rápidamente cada parte de su cuerpo, como se tensaban sus músculos y como debía controlar las cientos de convulsiones que recorrían su cuerpo.
-Jake hay que saber perdonar- Medio en abuelo Carlisle en la conversación.
-Nunca la voy a poder perdonar- Dijo Jake apretando los dientes- ¡Casi la mata y casi mata a los bebes también por sus puros celos o lo que fuera! ¡No me interesa, simplemente no quiero que se vuelva a acercar a ella!
-Jacob, Leath es parte de tu familia- Dijo Sam entrando en la conversación- es parte de tu manada, no puedes dejarla de lado.
-¡Si que puedo!-Dijo Jake con una sonrisa sarcástica- ¿Acaso no harías lo mismo si hubiera atacado a Emily o a tus hijos? ¿Qué harías Sam?- Podía notar el odio y la acidez que desprendían las palabras de Jake en cada una de sus vertientes…
-Jacob- Sonó dura y serena la voz de Billy en la conversación- Leath está muy arrepentida, deberías darle una oportunidad.
-Lo siento padre pero no puedo perdonarla- Pude notar el abatimiento en la voz de Jake al tener que dar esas duras palabras a su familia.

Me dolía que Jake tuviera que dejar de lado a su familia para seguirme, que tuviera que abandonar a su pueblo para poder estar con migo, que tuviera que negar su naturaleza para intentar permanecer a mi lado. Sabía que yo era inmortal, Nahuel me había explicado en ciertas ocasiones historias sobre sus hermanas y su naturaleza.

Sabía que mientras Jake siguiera transformándose en licántropo, permanecería congelado en el tiempo con los 26 años que aparentaba tener, aunque ¿El sería inmortal? Aunque siguiera congelado en el tiempo, ¿Podría permanecer una vida eterna a mi lado? Aquellas reflexiones llevaban tiempo rondando incesantemente mi mente, ¿Cómo iba a tener yo una vida eterna si Jake no estaba a mi lado? ¿Cómo iba a explicarles a mis hijos la mortalidad de su padre? Y si llegara el momento de su muerte, ¿Tendría la fuerza y la voluntad para seguirle? La voz de papa me sacó de mi ensoñación haciendo que volviera a agudizar el oído para centrarme en aquella conversación.

-Tal vez deberías preguntarle a Nessie Jake- Dijo intentando calmar la situación.
-Nessie no debe alterarse ahora- Dijo Jake aun de forma severa- Necesita descansar y pensar es sus hijos y en sus heridas, no necesita tener sobre su cabeza las miserias de Leath.
-Jacob por favor- Volvió a terciar la severa voz de Billy- Leath necesita liberarse de la culpa que la atormenta y para eso necesita el perdón de Reneesme y el tuyo- Acompañó aquellas palabras con un suspiro- Debes ayudar a tu hermana.
-Leath ya no es nada mío- Aquellas duras palabras me dolieron, aunque Leath me había atacado y casi me mata a mí y a mis hijos, algún motivo debía tener para hacer lo que hizo, aunque no fueran del todo honorables sus intenciones, todos necesitábamos el perdón.

-Creo que deberíamos dar por finalizada esta conversación- Dijo papa tratando de calmar la situación- Hay una semi-vampira cotilla que está recibiendo mas información de la necesaria para su estado…

Entonces pude escuchar los pasos de la que algún día fue la manada de Jake y el chirriar de las ruedas de la vieja silla de Billy mientras se apartaban de mi habitación. Comencé a sentir necesidad de ir al servicio, aunque me avergonzaba tener que llamar a alguien para que me ayudara a desplazarme hacia allí.

Así que tomé la estúpida determinación de intentar ir hacia allí yo sola. Lenta y dolorosamente fui desplazándome sobre el colchón hasta llegar al borde de la cama, fue un recorrido de apenas cincuenta centímetros pero fueron los cincuenta centímetros más largos y dolorosos de toda mi existencia. Me quedé parada, si todo esto había sido por cincuenta centímetros ¿Qué me deparaba al intentar ponerme en pie? Agarrando al hermoso cabecero de hierro forjado de mi cama, hice el doloroso y tremendo esfuerzo para sentarme sobre la cama.

Pequeñas lágrimas de dolor recorrían mi rostro al realizar aquellos movimientos para intentar incorporarme. Sentí los pies entumecidos, como si fueran de goma a causa de los días que llevaba acostada en la misma posición, incluso podía observar algún que otro cardenal que aun permanecía marcado en mis blancas piernas. Tras varios minutos de reflexión sobre mi aspecto, apoye mis nudillos sobre el blandito colchón e hice ademán de levantarme cuando un tremendo ardor recorrió de arriba abajo mi columna haciendo que mis blandas piernas flaquearan y volviera a caer sentada sobre el colchón.

Cada vez la necesidad de ir al servicio aumentaba. Suponía que el aumento de tamaño de mis bebes y la presión que ejercían sobre la vejiga ayudaba a que en estos momentos necesitara salir corriendo hacia allí, me levanté costosamente de nuevo, rompiendo a mi paso uno de los barrotes del hermoso decorado que formaba el cabecero de la cama. Me sentó mal romperlo, ya que le había implorado a tía Alice que me dejara quedarme con la vieja cama que había en la habitación de papa, me encantaba y me sentía muy bien durmiendo en ella.

Muy suavemente comencé mi recorrido por los escasos cuatro metros que separaban mi cama de la puerta del servicio sujetándome contra la pared y los escasos muebles que decoraban aquella zona de la habitación, Era un desplazamiento tremendamente doloroso y lento a causa del constante flaqueo de mis estúpidas y adormiladas piernas que no hacían más que desfallecer constantemente.

Creí haber alcanzado la victoria cuando de repente mis piernas flaquearon por completo y me estrellé con un sonido sordo contra el suelo. Me encontraba completamente colapsada, no era capaz de reaccionar ante todo el dolor que sentía, mi cuerpo se encontraba completamente colapsado y no era capaz de emitir ningún sonido. Hasta varios minutos después no fui capaz de soltar aquel grito de dolor que me devoraba por dentro, un grito de dolor que hizo que se me desgarrara la garganta, mientras lenta y dolorosamente entraba en mi ansiada inconciencia.
No recordaba como había pasado del frío tacto del suelo laminado en roble al suave y acolchado tacto de mi cama. Un tremendo calor recorría mi vientre y mi cabeza volaba a cualquier lugar, el olor a alcohol etílico y yodo recorría toda la habitación. No podía notar a Jake a mi lado, aunque podía escuchar a su corazón desbocado recorriendo de arriba a abajo la habitación.
-Jac…Jacob….-Pude llegar a pronunciar casi en un susurro. Mi boca se encontraba completamente pastosa y era incapaz de abrir los ojos.
-Nessie mi vida- Dijo Jake corriendo rápidamente a mi lado mientas con su mano acariciaba lentamente mi rostro- Nuca vuelvas a hacerme esto Nessie, nunca mas….- Dijo con gran ansiedad en la voz- ¡Prométemelo!
-Jacob no alteres a Renesme- Pude reconocer la siempre sensata voz de Billy ¿Que estaría haciendo allí?
-Nessie mi vida ¿puedes entenderme?- Me preguntó lentamente papa mientras apartaba de un frío y duro golpe a Jake de mi lado.
-Eeee sanguijuela- Se quejó Jake mientras chocaba contra lo que supuse que era mi cómoda.
-Mejor aléjate de ella chucho- Dijo papa con un tono mordaz en la voz- Ya veo como cuidas de mi pequeña….
-¿Perdona?- Dijo Jake en tono sarcástico- Eres tu el que me has preparado comida y retenido en la cocina…
-Eran tus tripas que parecía que iban a devóranos- Dijo papa con su habitual tono mordaz.
-Es lo que tiene llevar una semana sin comer….- Aquella estúpida conversación hacia que me estallara la cabeza.
-Por….por….- Intenté decir con mi pastosa voz- por favor…..- Dije haciendo un gran esfuerzo por volver a controlar mi cuerpo- Me estáis provocando Jaqueca.- Pude escuchar como se de un recuerdo lejano se tratara las risitas de mi familia y otros integrantes de la sala.
-Nessie mi amor- Dijo mama acercándose a mi prevenidamente, podía escuchar cada una de sus sigilosos pasos de vampiro rebotando dentro de mi mente como si cientos de perros estuvieran ladrando a la vez.- Por favor nunca vuelvas a hacernos esto….- Supe en ese momento que si mama pudiera estar llorando, sus lagrimas recorrerían incesantemente su rostro.

Adoraba a mi madre, para mi ella y mi padre eran lo mas grande del planeta. El amor que se procesaban era inmenso y no había palabras correctas o suficientes para expresar aquel tremendo amor que hacia que mi piel se estremeciera solo de pensar en el. Era la clase de amor que desde pequeña deseaba tener para mi, la clase de amor que sentía por Jake, la clase a amor que hacia que cualquier cosa fuera posible en el mundo.
El sueño comenzó a hacer mella en mi, me sentía horriblemente cansada y aunque aun no había abierto los ojos, los parpados me pesaban dolorosamente. Quería luchar por mantener mi escasa conciencia aunque mi cuerpo me pedía que me dejara llevar, deje que aquel sueño me llevara hasta las absoluta de las inconciencias.


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Muchas Gracias a Raquel que sin ella este capitulo no sería posible. Muchas gracias por arrancar mi inspiración y soportar mis queda bien???

Y también muchas gracias a Pattry y Mery ya que sin ellas ya habría dejado de escribir hace mucho tiempo. OS QUIERO MUCHO.

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    Prologo

    Llevaba tiempo evitando este momento, evitando pensar tomar esta dirección en mi vida, esta decisión. Elegir entre lo que era correcto o lo que era más fácil.

    Esa elección era la que me había alejado de mi familia, pensar en tomar esa decisión era lo que me había llevado hasta aquí. Sentada en el coche con la lluvia retumbando sobre el cristal no era capaz de moverme, incapaz de recorrer los 20 metros que me separaban de el y decirle que le amaba, que quería estar siempre con el.

    Mi corazón me gritaba que corriera, que cruzara el sendero de acceso a la casa y me fundiera en sus brazos, que me dejara caer en el embrujo de sus ojos, que me dejara embriagar por el calor de su cuerpo y besara esos carnosos labios que me volvían loca.

    Mi mente en cambio era más racional. Me decía que no estaba bien, esto que sentía no era lo correcto, el ya me había rechazado una vez... ¿Quien me aseguraba que no volvería a hacerlo ahora? ¿Quien me aseguraba que el no quería estar con Leath en vez de con migo?

    Debatiéndome allí sola en silencio. Mientras la espesa lluvia me cubría por todas partes no podía evitar pensar que dentro de esa casa, dentro de esa pequeña morada se encontraba mi familia, mis amigos esperándome, esperando para darme una sorpresa por mi 18 cumpleaños.

    Como podía tener que elegir entre dos opciones tan buenas. Como me estaba obligando a mi misma a elegir entre esas dos opciones. Mi corazón lo tenía muy claro JAKE JAKE JAKE JAKE mientras que mi mente me decía que no podía ser que era mi mejor amigo, como mi hermano. ¿como con tan solo una mirada había podido trastocar mi mundo? ¿como con tan solo una mirada había hecho que me replanteara toda mi existencia?

    Seguí allí sentada sin saber qué hacer. Gracias a dios sabia que papa no podía leer mi mente. Durante mis 18 años había descubierto que había heredado de mama algo más que sus ojos color chocolate que tanto le encantaban a papa y a Jake. Podía bloquear mi mente, sumirme en mis pensamientos y que papa no pudiera escucharlos, pero no era capaz de hacerlo con los demás, mi nivel era muy bajo.

    Agradecí en este momento que mis padres me temieran, que temieran esta adolescencia que estaba pasando y me dejaran con mi espacio. Este espacio que me habían dado, estos meses que había pasado viajando por todo el mundo me había dado tiempo de pensar, pensar en cómo todo lo que había sucedido con Jake aquella fatídica tarde había cambiado mi vida, en como con solo una mirada y dos palabras había hecho que me replanteara toda mi existencia.

    Unos suaves golpes contra la ventanilla del coche hicieron que me sobresaltara. Estaba tan concentrada en mis pensamientos que había perdido la noción del tiempo de cuánto tiempo llevaba allí replanteándome que era para mí lo correcto, lo que quería, lo que deseaba para el resto de mi existencia....

    -Nessie...- Su voz calida, suave, el amor que desprendía hicieron que mi corazón se acelerara. Mi ritmo cardiaco era frenético, no sabía qué hacer, no sabía que decir.

    Decidí que ya era demasiado tarde para volver atrás, ya me habían visto. Podía notar los ojos de mi familia agolpados en las dos pequeñas ventanas del salón de casa de Jake. Lentamente abrí la puerta del coche y me baje de él.

    No gocé mirarle. Sabía que si lo hacía, perdería todo uso de razón, perdería todo mi razonamiento y me olvidaría de todo.

    Lentamente y sin poder evitarlo fui levantando la mirada, no quería hacerlo pero mi cuerpo mi corazón me lo pedían. Sabía que una vez lo hubiera hecho ya no sería capaz de irme, no sería capaz de seguir mi plan de viaje.

    -Jacob...-Fue lo único que logré decir cuando llegue hasta sus ojos.

    Lentamente pude notar cómo me desvanecía, como empezaba a sumirme en el sopor de mis sueños, como comenzaba a caerme estrepitosamente contra el suelo. No noté el golpe, únicamente reconocí esos brazos cálidos, esos fuertes brazos cálidos de los cuales acaba de decidir no separarme jamás.

    PREMIO NOVELA

    PREMIO LAGRIMA ROMANTICA

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