Llevaba tiempo intentado evitare esos recuerdos, recuerdos dolorosos de una tarde en Isla Esme. Mi familia adoraba ir a ese lugar, el único donde podían tomar el sol sin que su secreto fuera delatado delante de toda la humanidad.
Estaba muy nerviosa, desde hacía unos cuantos meses había comenzado a pensar en Jake de una forma diferente. Cuando le veía pasear por la playa no podía evitar pensar en el ya no como un hermano, sino como algo mas.
Me resistía a creer en esa idea, a dejarme llevar por mis instintos más básicos, a que mi Jake, mi hermano y mejor amigo ya para mí no fuera suficiente con eso. Me resistía a pensar que lo quisiera como algo mas, como algo que no era capaz de poner nombre, como algo que no podía controlar.
Desde que tenía consciencia, Jake siempre había estado allí a mi lado, apoyándome en todo. Era mi mejor amigo, como mi hermano, no podía recordar ningún momento en mi vida en el cual el no estuviera presente. Con él había aprendido a cazar, a correr, a nadar,… y cientos de cosas más.
Ahora desde hacia unas cuantas semanas no era capaz de acercarme a él sin provocarme taquicardias, ya no era capaz de acercarme a él sin que mi respiración se acelerara, no era capaz de tocarle sin que las manos me sudaran.
Esta mañana había decidido quedarme en casa, había recurrido a una excusa tan mala como que quería aprender checo para que mi padre me enseñara y mantenerme alejada de Jake, quien quería llevarme a nadar con delfines.
-Renesme Posloucháš mě?(¿Estas escuchando Renesme?)- Me preguntó mi padre sacándome de la ensoñación en la que me había sumido cuando vi pasar a Jake por delante del ventanal sin camiseta.
-Ano, ano samozřejmě jsem poslech (Si si claro que estoy escuchado)-Me defendí antes de que se diera cuenta de lo que me pasaba.
Gracias a mi recién descubierto don, ahora mismo daba gracias a poder ocultarle mis pensamientos a mi padre. No era que tuviera unas capacidades ilimitadas como mi madre pero al menos podía protegerme del radar de mi padre. Daba gracias a dios que mi madre me hubiera enseñado a usarlo. Era algo completamente relajante poder estar fuera del radar de papa aunque solo fuera por un rato.
-Nechcete se učit, když jste mluvil český med (No se para que quieres que te enseñe checo si lo hablas perfectamente cariño)- Me sorprendió la voz de mi padre entre mis pensamientos.
-Nikdy nevíte dost a víte, táta (Nunca se sabe suficiente ya lo sabes papa)-Necesitaba alargar al máximo las clases para poder evitar a Jake.
-Cariño…-Dijo mi padre serio- ¿Qué te sucede?
-Nada táta-Dije aplicándome en mis clases
-Por hoy ya es suficiente de clases- Dijo mientras se levantaba de la mesa
-¿Ya hemos terminado?- Pregunté tristemente
-Tenemos que irnos cariño- Aquellas palabras me confundieron
-¿Ya volvemos a Forks?- Aquellas palabras me alegraron bastante. En forks podría evitar lo suficiente a Jake hasta que me aclarara la mente.
-No cariño-Dijo mi madre de repente entrando en el enorme comedor- Hoy llega la manada de visita y vamos a ir a recogerlos al aeropuerto de Rio.
-¿A qué hora nos vamos?- Pregunté algo incrédula por la noticia ¿La manada en una isla con un montón de vampiros?
-Tu te quedas aquí cariño con Jake- Dijo mi padre aquellas palabras me dolieron, ahora sí que no sabía qué hacer.
-Si, tú te quedas aquí con migo- De repente dijo Jake mientras me rodeaba los hombros con su enorme y cálido brazo.
-perfektní (perfecto)- La mirada incrédula de mi padre me sorprendió.
Mi familia se dirigió a Rio a buscar a la manda quienes se habían interesado mucho por estas vacaciones Cullen que iban a tener durante unas cuantas semanas. Con una hábil escusa me dirigí a mi habitación después de cenar mientras Jake se quedaba viendo una película hasta que llegara el resto de la familia y la manada.
No podía estarme quieta dentro de la cama, paseaba por la habitación y me movía nerviosa por la cama, me dolía la espalda de estar acostada, cosa que no recordaba que me hubiera pasado nunca. Suponía que era cosa de los nervios que no pudiera estarme quieta.
Me levanté de la cama y corrí el enorme ventanal de salida hacia la playa y me quede sentada en el pequeño entarimado que salía a la playa, ¿Cómo podía ser que sintiera esto extraño por Jake? ¿Por qué ahora sentía esto, ser amigos ya no era suficiente para mí? ¿No podía volver a ser todo como antes?
Durante los 17 años que constaba mi existencia, Jake siempre había estado allí a mi lado. Siempre le recordaba solo, nunca le había conocido ninguna novia, ninguna amiga especial, aunque tenía mis dudas acerca de su relación con Leath. Ella siempre me gruñía cuando estaba cerca o me hablaba de manera voraz, parecía que con sus palabras iba a comerme.
Aunque Leath ahora se había imprimado, siempre encontraba algo extraño en ella, aquellas miradas, aquellos gestos, que le dedicaba a Jake no hacían nada más que sacarme de quicio. Cada vez que se acercaba a él la furia recorría mi cuerpo. ¿Qué me estaba pasando?
Me quité el pijama y las zapatillas y me adentré en Culote y sujetador hacia el agua. Lentamente me fui adentrando en ella, tan calida y tan tranquila. En ella podía ver reflejada la luna que confería una hermosa luz a la playa con aquel plateado que desprendía dando a todo algo tan especial.
Me sumergí completamente en el agua y me quedé mirando el reflejo de la luna sobre el agua, flotaba en el agua simplemente ayudada por mis manos. Era todo tan relajante, por un momento podía olvidarme de todo el problema de mezcla de sentimientos con Jake.
Había algo de lo que me había prohibido a mi misma pensar y que me dolía mucho imaginar ¿Quién sería la imprimación de Jake? Habíamos hablado sobre el tema pero nunca me había explicado quien era su imprimación, desde que sentía esto extraño por Jake me había prohibido completamente pensar en quien podía amar él.
¿Quién sería ella? Recordaba una vez que le había preguntado a Jake sobre ella. Hacía tiempo de eso y la verdad no saque nada en claro, evitó mis preguntas con un simple [i]”…se quedó todo en el aire..”[/i] y ya nunca más quiso volver a hablar de eso. Intenté el método persuasivo con mama, quien siempre me había apoyado y dado sus totales y sinceras opiniones pero no me dijo nada, simplemente me dijo [i]”…son asuntos de Jake y el tiene que decidir si quiere contártelo o no… son cosa privadas suyas Nessie… tienes que preguntárselo a él…”[/i]
Estaba completamente perdida en mis pensamientos, imaginando a la hermosa mujer que le había robado el corazón a [i]Mi Jake[/i] aquella mujer que me había hecho estar en vela tantas noches cuando unos bezos cálidos me rodearon por la cintura.
-¿Me estas evitando Nessie?- No me di la vuelta, no era capaz de ser sincera con él, no era capaz de decirle la verdad, no estaba preparada para esto, aun no tenía claro lo que realmente sentía para decírselo.
-Y..Y..Yo no te estoy evitando Jake- Dije algo nerviosa.
-¿Estas bien Nessie?- Le voz de Jake sonaba algo preocupada.
Sabía que desde hacia tiempo se había estado preocupando por mí. Desde que me mostraba más distante con él, no paraba de acercarse a mí preguntándome que me pasaba y si segura de que no me pasaba nada ¿Cuántas veces tenía que repetírselo para que me creyera?
En este momento entre sus brazos, mi corazón latía a un ritmo frenético, una sonrisa se dibujaba sobre mi rostro y el resto del mundo desaparecía, era algo completamente fuera no era capaz de negar el hecho de que Jacob, mi Jacob a no era un simple hermano para mi, un amigo, ahora para mí era algo mas
-Si si estoy bien- Ahora me sentía bien, había aceptado el hecho de que Jake era alguien más en mi vida, alguien sin el que no podía vivir, alguien sin el que no quería vivir.
Lentamente me fui dando la vuelta hasta quedar frente a él, me miraba perplejo. Aunque estaba acostumbrada a ver a Jake casi desnudo, el nunca me había visto a mi ligera de ropa, desde que me había desarrollado completamente como mujer, nunca había dejado que Jake me viera sin una camiseta o con un vestido. Me daba vergüenza lo que mi hermano mayor, Mi Jake pensara de mi.
Me encontraba especialmente cómoda allí entre sus brazos y sin mi familia cerca podía ser yo misma. Podía estar con Mi Jake sin tener que soportar la vigilancia constante de mis padres y el acecho de mi tía Rosalie a quien quería como si fuera una madre, pero a quien no podía soportar cerca de Jake. Sus constantes peleas y chistes malos hacían que tuviera jaquecas.
Jake se veía muy hermoso bajo la luz de la luna. Con esa hermosa melena que le recorría la espalda sujetada en una cola y sus preciosos y penetrantes ojos negros. Esos ojos que hacían que perdiera el sentido, que olvidara donde me encontraba. Sin pensar en mis actos ni en las consecuencias recorrí la distancia que me separaba de sus labios.
El beso fue hermoso y cálido. Nunca había besado a ningún chico y no sabia lo que esperar pero esto fue demasiado, fue lo mejor que había vivido en mi vida. Entrecrucé mis piernas sobre su espalda prolongando aquel beso que me era correspondido. Lentamente y sin separarnos fuimos acercándonos a la orilla donde Jake sin salir del agua se sentó.
Lentamente nos fuimos deslizando hasta que quedé sobre Jake. En ningún momento hizo ademan de apartarme, en ningún momento me hizo entender que no siguiera aunque tampoco me paré a pensarlo. Mi juicio, mi razón y mi voluntad quedaron completamente anulados por el deseo. Un deseo de estar completamente con Jake, un deseo que no parecía terminarse nunca.
Seguimos besándonos sin cesar, rodando sobre la orilla, aunque en ningún momento noté el peso de Jake sobre mi. Sin darme cuenta de los besos pasamos a las caricias. Recorrí incesantemente el cuerpo musculoso de Jake aquel cuerpo que me volvía loca, un cuerpo que me hacia olvidar el mundo.
Jake parecía corresponder a cada uno de mis movimientos, con sus labios recorría cada milímetro de mi piel apartando de el cada trozo de tela que interrumpía su paso. Sus besos y caricias hacían que mi cuerpo reaccionara de formas inesperadas, la piel se me ponía de gallina y cada terminación nerviosa de mi cuerpo se avivaba a su paso.
Sus labios recorrían zonas que jamás pensé que llegarían a tocar. Haciendo que con cada suave rocé de su piel gimiera de placer. Lentamente la ropa de Jake fue desapareciendo dando paso a un escultural cuerpo que se acercaba a mi y del que no quería separarme. Tenia la necesidad de estar cada vez mas cerca de el, de fundirnos en uno, de que me hiciera suya completamente.
Estaba muy nerviosa, desde hacía unos cuantos meses había comenzado a pensar en Jake de una forma diferente. Cuando le veía pasear por la playa no podía evitar pensar en el ya no como un hermano, sino como algo mas.
Me resistía a creer en esa idea, a dejarme llevar por mis instintos más básicos, a que mi Jake, mi hermano y mejor amigo ya para mí no fuera suficiente con eso. Me resistía a pensar que lo quisiera como algo mas, como algo que no era capaz de poner nombre, como algo que no podía controlar.
Desde que tenía consciencia, Jake siempre había estado allí a mi lado, apoyándome en todo. Era mi mejor amigo, como mi hermano, no podía recordar ningún momento en mi vida en el cual el no estuviera presente. Con él había aprendido a cazar, a correr, a nadar,… y cientos de cosas más.
Ahora desde hacia unas cuantas semanas no era capaz de acercarme a él sin provocarme taquicardias, ya no era capaz de acercarme a él sin que mi respiración se acelerara, no era capaz de tocarle sin que las manos me sudaran.
Esta mañana había decidido quedarme en casa, había recurrido a una excusa tan mala como que quería aprender checo para que mi padre me enseñara y mantenerme alejada de Jake, quien quería llevarme a nadar con delfines.
-Renesme Posloucháš mě?(¿Estas escuchando Renesme?)- Me preguntó mi padre sacándome de la ensoñación en la que me había sumido cuando vi pasar a Jake por delante del ventanal sin camiseta.
-Ano, ano samozřejmě jsem poslech (Si si claro que estoy escuchado)-Me defendí antes de que se diera cuenta de lo que me pasaba.
Gracias a mi recién descubierto don, ahora mismo daba gracias a poder ocultarle mis pensamientos a mi padre. No era que tuviera unas capacidades ilimitadas como mi madre pero al menos podía protegerme del radar de mi padre. Daba gracias a dios que mi madre me hubiera enseñado a usarlo. Era algo completamente relajante poder estar fuera del radar de papa aunque solo fuera por un rato.
-Nechcete se učit, když jste mluvil český med (No se para que quieres que te enseñe checo si lo hablas perfectamente cariño)- Me sorprendió la voz de mi padre entre mis pensamientos.
-Nikdy nevíte dost a víte, táta (Nunca se sabe suficiente ya lo sabes papa)-Necesitaba alargar al máximo las clases para poder evitar a Jake.
-Cariño…-Dijo mi padre serio- ¿Qué te sucede?
-Nada táta-Dije aplicándome en mis clases
-Por hoy ya es suficiente de clases- Dijo mientras se levantaba de la mesa
-¿Ya hemos terminado?- Pregunté tristemente
-Tenemos que irnos cariño- Aquellas palabras me confundieron
-¿Ya volvemos a Forks?- Aquellas palabras me alegraron bastante. En forks podría evitar lo suficiente a Jake hasta que me aclarara la mente.
-No cariño-Dijo mi madre de repente entrando en el enorme comedor- Hoy llega la manada de visita y vamos a ir a recogerlos al aeropuerto de Rio.
-¿A qué hora nos vamos?- Pregunté algo incrédula por la noticia ¿La manada en una isla con un montón de vampiros?
-Tu te quedas aquí cariño con Jake- Dijo mi padre aquellas palabras me dolieron, ahora sí que no sabía qué hacer.
-Si, tú te quedas aquí con migo- De repente dijo Jake mientras me rodeaba los hombros con su enorme y cálido brazo.
-perfektní (perfecto)- La mirada incrédula de mi padre me sorprendió.
Mi familia se dirigió a Rio a buscar a la manda quienes se habían interesado mucho por estas vacaciones Cullen que iban a tener durante unas cuantas semanas. Con una hábil escusa me dirigí a mi habitación después de cenar mientras Jake se quedaba viendo una película hasta que llegara el resto de la familia y la manada.
No podía estarme quieta dentro de la cama, paseaba por la habitación y me movía nerviosa por la cama, me dolía la espalda de estar acostada, cosa que no recordaba que me hubiera pasado nunca. Suponía que era cosa de los nervios que no pudiera estarme quieta.
Me levanté de la cama y corrí el enorme ventanal de salida hacia la playa y me quede sentada en el pequeño entarimado que salía a la playa, ¿Cómo podía ser que sintiera esto extraño por Jake? ¿Por qué ahora sentía esto, ser amigos ya no era suficiente para mí? ¿No podía volver a ser todo como antes?
Durante los 17 años que constaba mi existencia, Jake siempre había estado allí a mi lado. Siempre le recordaba solo, nunca le había conocido ninguna novia, ninguna amiga especial, aunque tenía mis dudas acerca de su relación con Leath. Ella siempre me gruñía cuando estaba cerca o me hablaba de manera voraz, parecía que con sus palabras iba a comerme.
Aunque Leath ahora se había imprimado, siempre encontraba algo extraño en ella, aquellas miradas, aquellos gestos, que le dedicaba a Jake no hacían nada más que sacarme de quicio. Cada vez que se acercaba a él la furia recorría mi cuerpo. ¿Qué me estaba pasando?
Me quité el pijama y las zapatillas y me adentré en Culote y sujetador hacia el agua. Lentamente me fui adentrando en ella, tan calida y tan tranquila. En ella podía ver reflejada la luna que confería una hermosa luz a la playa con aquel plateado que desprendía dando a todo algo tan especial.
Me sumergí completamente en el agua y me quedé mirando el reflejo de la luna sobre el agua, flotaba en el agua simplemente ayudada por mis manos. Era todo tan relajante, por un momento podía olvidarme de todo el problema de mezcla de sentimientos con Jake.
Había algo de lo que me había prohibido a mi misma pensar y que me dolía mucho imaginar ¿Quién sería la imprimación de Jake? Habíamos hablado sobre el tema pero nunca me había explicado quien era su imprimación, desde que sentía esto extraño por Jake me había prohibido completamente pensar en quien podía amar él.
¿Quién sería ella? Recordaba una vez que le había preguntado a Jake sobre ella. Hacía tiempo de eso y la verdad no saque nada en claro, evitó mis preguntas con un simple [i]”…se quedó todo en el aire..”[/i] y ya nunca más quiso volver a hablar de eso. Intenté el método persuasivo con mama, quien siempre me había apoyado y dado sus totales y sinceras opiniones pero no me dijo nada, simplemente me dijo [i]”…son asuntos de Jake y el tiene que decidir si quiere contártelo o no… son cosa privadas suyas Nessie… tienes que preguntárselo a él…”[/i]
Estaba completamente perdida en mis pensamientos, imaginando a la hermosa mujer que le había robado el corazón a [i]Mi Jake[/i] aquella mujer que me había hecho estar en vela tantas noches cuando unos bezos cálidos me rodearon por la cintura.
-¿Me estas evitando Nessie?- No me di la vuelta, no era capaz de ser sincera con él, no era capaz de decirle la verdad, no estaba preparada para esto, aun no tenía claro lo que realmente sentía para decírselo.
-Y..Y..Yo no te estoy evitando Jake- Dije algo nerviosa.
-¿Estas bien Nessie?- Le voz de Jake sonaba algo preocupada.
Sabía que desde hacia tiempo se había estado preocupando por mí. Desde que me mostraba más distante con él, no paraba de acercarse a mí preguntándome que me pasaba y si segura de que no me pasaba nada ¿Cuántas veces tenía que repetírselo para que me creyera?
En este momento entre sus brazos, mi corazón latía a un ritmo frenético, una sonrisa se dibujaba sobre mi rostro y el resto del mundo desaparecía, era algo completamente fuera no era capaz de negar el hecho de que Jacob, mi Jacob a no era un simple hermano para mi, un amigo, ahora para mí era algo mas
-Si si estoy bien- Ahora me sentía bien, había aceptado el hecho de que Jake era alguien más en mi vida, alguien sin el que no podía vivir, alguien sin el que no quería vivir.
Lentamente me fui dando la vuelta hasta quedar frente a él, me miraba perplejo. Aunque estaba acostumbrada a ver a Jake casi desnudo, el nunca me había visto a mi ligera de ropa, desde que me había desarrollado completamente como mujer, nunca había dejado que Jake me viera sin una camiseta o con un vestido. Me daba vergüenza lo que mi hermano mayor, Mi Jake pensara de mi.
Me encontraba especialmente cómoda allí entre sus brazos y sin mi familia cerca podía ser yo misma. Podía estar con Mi Jake sin tener que soportar la vigilancia constante de mis padres y el acecho de mi tía Rosalie a quien quería como si fuera una madre, pero a quien no podía soportar cerca de Jake. Sus constantes peleas y chistes malos hacían que tuviera jaquecas.
Jake se veía muy hermoso bajo la luz de la luna. Con esa hermosa melena que le recorría la espalda sujetada en una cola y sus preciosos y penetrantes ojos negros. Esos ojos que hacían que perdiera el sentido, que olvidara donde me encontraba. Sin pensar en mis actos ni en las consecuencias recorrí la distancia que me separaba de sus labios.
El beso fue hermoso y cálido. Nunca había besado a ningún chico y no sabia lo que esperar pero esto fue demasiado, fue lo mejor que había vivido en mi vida. Entrecrucé mis piernas sobre su espalda prolongando aquel beso que me era correspondido. Lentamente y sin separarnos fuimos acercándonos a la orilla donde Jake sin salir del agua se sentó.
Lentamente nos fuimos deslizando hasta que quedé sobre Jake. En ningún momento hizo ademan de apartarme, en ningún momento me hizo entender que no siguiera aunque tampoco me paré a pensarlo. Mi juicio, mi razón y mi voluntad quedaron completamente anulados por el deseo. Un deseo de estar completamente con Jake, un deseo que no parecía terminarse nunca.
Seguimos besándonos sin cesar, rodando sobre la orilla, aunque en ningún momento noté el peso de Jake sobre mi. Sin darme cuenta de los besos pasamos a las caricias. Recorrí incesantemente el cuerpo musculoso de Jake aquel cuerpo que me volvía loca, un cuerpo que me hacia olvidar el mundo.
Jake parecía corresponder a cada uno de mis movimientos, con sus labios recorría cada milímetro de mi piel apartando de el cada trozo de tela que interrumpía su paso. Sus besos y caricias hacían que mi cuerpo reaccionara de formas inesperadas, la piel se me ponía de gallina y cada terminación nerviosa de mi cuerpo se avivaba a su paso.
Sus labios recorrían zonas que jamás pensé que llegarían a tocar. Haciendo que con cada suave rocé de su piel gimiera de placer. Lentamente la ropa de Jake fue desapareciendo dando paso a un escultural cuerpo que se acercaba a mi y del que no quería separarme. Tenia la necesidad de estar cada vez mas cerca de el, de fundirnos en uno, de que me hiciera suya completamente.
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En la parte inferior de cada capitulo teneis un apartado donde pone opinión en el cual si os interesa podeis dejar un post sobre la novela a ver que os parece!
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Gracias por leer
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